Jorge (56 años) postuló a un cargo el año pasado, en una empresa nacional relacionada al retail. Era un trabajo administrativo, por lo que él no dudó en llenar los formularios y apretar el botón enviar con su C.V. adjuntado.
A las pocas semanas lo llamaron para una primera entrevista, y ésta fue la sorpresa:
“¿Te consideras un nativo digital a tus 56 años?”, “¿Qué te hace optar por este trabajo a esta edad?”, “¿Estás seguro de que podrás cumplir a cabalidad con las responsabilidades que se encomiendan al cargo?”.
Todo apuntaba a que esto no iba a funcionar por motivos de edad. Y de hecho así fue.
Hoy en día, algunas empresas están cayendo en este tipo de prácticas que son completamente discriminatorias.
El edadismo puede darse para cualquier edad, pero en el mundo laboral está directamente relacionado con el despido y no contratar a personas mayores de 50 años o más de 60.
La Organización Mundial de la Salud ha catalogado este término como una forma de pensar, sentir y actuar con respecto a los demás por razones de edad, pudiendo llegar a ser un tipo de discriminación.
Japón y Corea del Sur son los países con la población más envejecida del mundo. Japón ya alcanza cerca del 30% cuya edad supera los 60 años, según la División de Población de la ONU.
¿Hay espacio para el edadismo en países donde una parte importante de la fuerza activa laboral son mayores de 60 años?
En América Latina y el Caribe, el envejecimiento de la población es un fenómeno cada vez más evidente. Según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en 2050 la población de 65 años y más representará el 15,3% del total de la población de la región.
Un gran desafío en Chile y en el mundo, es el de combatir la discriminación y el estigma asociados al envejecimiento.
En muchos países de la región, las personas mayores son vistas como una carga para la sociedad, lo que puede limitar su participación activa en la economía y en la vida social.
Es necesario, por tanto, promover una visión positiva y valorar la contribución que los mayores pueden hacer a la sociedad y a la economía.
En lugar de ver a las personas mayores como un problema, la economía silver propone valorar su experiencia, conocimiento y capacidad de contribución a la sociedad.
De esta manera, se fomenta una cultura de envejecimiento activo y saludable, en la que las personas mayores pueden seguir participando activamente en la vida social y económica de la región.
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El rol de las áreas de Recursos Humanos es clave para ayudar a combatir el edadismo en las empresas.
Aquí dejamos algunas ideas:
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Para terminar, cabe preguntarse: ¿Existe el edadismo en tu empresa? si la respuesta es sí, ¿eres un espectador o te haces cargo de evitar este tipo de discriminación?